así somos

Bienvenidos, espero que disfrutéis con la utilidad de este blog.

viernes, 8 de junio de 2018

Caminando hacia la Asertividad

Cuestionario SIA
 (Del artículo de http://laura-aprendeaserasertivo.blogspot.com/ en noviembre 2010)

Las personas deben estar preparadas para manejar inteligentemente los conflictos interpersonales. Estos surgen naturalmente, debido a que los individuos poseen creencias, sentimientos y deseos divergentes. De no manejarse con cuidado, estos conflictos pueden causar sentimientos de inseguridad, exclusión, irritación y frustración.

Tales situaciones de tensión pueden prevenirse por medio de un comportamiento asertivo responsable. La asertividad fue descrita inicialmente en 1949 por ANDREW SALTER como un rasgo de personalidad, y la entendemos como un comportamiento comunicacional maduro en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, no obstante, muchos obvian el valor de promover el comportamiento asertivo. Algunos se oponen al entrenamiento en asertividad debido a que confunden el comportamiento asertivo con el agresivo. Cuando estas personas escuchan la palabra “asertividad”, imaginan personas que demandan sus derechos en forma ruidosa y ofensiva. Dichas personas consideran que entrenar a alguien para ser asertivo significa convertirlo en un ser calculador y manipulador, que intenta controlar a los otros con el objeto de lograr fines egoístas. Ellos temen que la asertividad transforme a personas agradables en seres rebeldes e irritables. Nada podría estar más alejado de la realidad, ya que esas características son típicas del comportamiento agresivo y no del comportamiento asertivo.

El hecho es que el comportamiento de las personas fluctúa entre la pasividad y la agresividad, y el comportamiento asertivo se ubica entre esos dos extremos. La asertividad se basa en valores humanos que sólo pueden ser beneficiosos para la comunicación interpersonal. Una vez que las personas comprenden realmente las metas, derechos y comportamientos asertivos, aprecian con prontitud su valor en promover el desarrollo de conceptos saludables de la autoestima y la habilidad interpersonal efectiva.

En un clima adecuado, los individuos pueden lograr sus derechos sin perjudicar a otros ni ir en contra de los derechos de los demás. La actuación asertiva ayuda a que las personas controlen su comportamiento (siendo menos temerosas y más expresivas sin llegar a la agresividad y hostilidad). Al aplicarse correctamente, la asertividad establece un balance de poder entre individuos en conflicto, de manera que cada uno obtenga provecho de la interrelación. El propósito no es someter a otros, sino más bien asegurar la satisfacción mutua en la resolución de conflictos.

La meta principal de la asertividad consiste en mejorar la auto imagen y aumentar la efectividad en situaciones sociales y profesionales. El comportamiento asertivo puede optimizar la contribución del individuo a la organización o en general a un contexto social. Sin embargo, este comportamiento puede lograrse solamente si comprendemos y respetamos los derechos individuales.

La comparación de los patrones de comportamiento asertivo, agresivo y pasivo, provee una visión sobre los beneficios personales, profesionales y organizacionales que aporta el conocimiento asertivo responsable.

El comportamiento pasivo ocurre cuando la persona renuncia a sus derechos por complacer a los demás. Los derechos de los individuos pasivos son violados, bien sea porque ignoran sus propias necesidades o porque permiten que otros abusen de sus derechos. Estas personas usualmente justifican su comportamiento con el supuesto deseo de no querer crear problemas o involucrarse en situaciones desagradables, Generalmente aceptan toda crítica, sintiéndose culpables y se disculpan aun cuando la crítica sea injusta.

Cuando surgen conflictos interpersonales inevitables, típicamente, las personas pasivas no expresan sus opiniones o sentimientos tratando de ocultarlos. Nuestra cultura promueve la pasividad al enseñar a los individuos a no expresar sentimientos por el miedo de ofender a otros. En realidad, tal comportamiento motiva a otros a aprovecharse de la situación y a infringir los derechos de la persona pasiva.

Cuando los individuos sienten que deben comportarse asertivamente pero reaccionan con pasividad, disminuye su autoestima. Aunque algunos manifiestan admiración por las personas pasivas, lo que realmente les agrada es el no ser obstaculizado por ellas.

Aun cuando la pasividad ayuda a evitar los conflictos, las personas pasivas usualmente se sienten explotadas, no tomadas en cuenta, indefensas, molestas o resentidas. No sólo pierden el respeto de otros sino, aún más importante, el respeto propio.

Los efectos de la continua pasividad son acumulativos y en último término, devastadores. La pasividad continúa erosionando la autoconfianza y, en algunos casos, causa depresión severa y un sentido general de minusvalía. Los deseos de las personas pasivas son obviados en la mayoría de las situaciones y rara vez logran su pleno potencial.

Los individuos pasivos, pocas veces aceptan la responsabilidad por la calidad de sus vidas. Algunas veces, cuando se les presiona demasiado hacia una situación desagradable, pierden el control sobre sus emociones y reaccionan explosivamente. Sin embargo, lo más común es que jueguen al mártir silencioso, culpando secretamente a los demás por su falta de autoestima. Rara vez se dan cuenta de su cuota de responsabilidad por su situación infeliz.

A diferencia del comportamiento pasivo, el comportamiento agresivo ocurre cuando las personas pelean por sus derechos de tal manera que llegan a violar los derechos de los demás. Los individuos agresivos con frecuencia se comportan ofensivamente y utilizan el sarcasmo y la intimidación para dominar a otros. Tienden a emitir señales sutiles de que crean climas de comunicación defensiva y provocan discusiones y hostilidades en lugar de promover la cooperación. Independientemente de cómo se manifieste, el comportamiento agresivo desmoraliza a los demás.

El comportamiento agresivo puede promover un círculo vicioso. Las personas agresivas discuten a menudo para defenderse de las críticas que ni siquiera han sido emitidas. Ello se debe a su vulnerabilidad ante amenazas (reales o imaginarias). A su vez, el comportamiento promueve una reacción de antagonismo en los demás.

En efecto, las personas agresivas intentan destacar a costa de la autoestima de otros. El propósito de esta agresión es dominar o humillar a otros en lugar de expresar los sentimientos honestamente. En los encuentros agresivos, los participantes se ven forzados a adoptar posiciones antagónicas.

El comportamiento agresivo se manifiesta de muchas maneras, todas improductivas. Al igual que las personas pasivas, los individuos agresivos se preocupan por su incapacidad de establecer relaciones amistosas y resolver conflictos satisfactoriamente. A largo plazo, el comportamiento agresivo sólo produce consecuencias desfavorables: nadie gana, todos pierden. El comportamiento asertivo ocurre cuando los individuos defienden sus derechos sin que ello implique violar los derechos de los demás. La asertividad implica expresiones directas, honestas y apropiadas de nuestras creencias, necesidades y sentimientos. Significa auto respeto; es decir, valorarse a uno mismo y tratarse con tanta inteligencia y consideración como merece cualquier ser humano.

Al comunicarnos con personas agresivas, podemos saber cuáles son sus posiciones, ya que expresan lo que piensan. Sin embargo, la asertividad no implica que uno pueda hacer o decir cualquier cosa bajo el pretexto de la franqueza. El comportamiento asertivo maduro nos lleva a ser responsables de nuestras acciones.

Debido a que las personas asertivas consideran que todos los individuos tienen iguales derechos a expresarse honestamente, demuestran que respetan a los demás tanto como a sí mismos. Por lo tanto, el comportamiento asertivo aumenta la autoestima, conlleva al desarrollo del respeto mutuo y al logro de las metas propias sin sacrificar la de otros.

No obstante, los individuos asertivos no siempre logran lo que desean. Se puede ser asertivo y realizar algo que no deseamos hacer, si alguien lo requiere verdaderamente. Sin embargo, no es asertivo el hacer algo que otra persona desea si tenemos resentimientos al respecto. Las personas asertivas buscan lograr el equilibrio entre estar excesivamente preocupadas por los demás – al punto de olvidar sus propias necesidades y el de ser egoístas. El comportamiento asertivo reduce las posibilidades de dañar, culpar o alienar a otros.

Dar a conocer nuestras necesidades y tomar responsabilidades por nuestras acciones, disminuye la tendencia a culpar a otros o a vengarse de ellos cuando no se alcanzan las metas propuestas.

Las personas asertivas pueden escuchar las críticas, evaluarlas si son pertinentes y luego negociar los cambios de comportamiento deseables. Mientras que el comportamiento agresivo sacrifica los derechos de un individuo para que otro se beneficie, el comportamiento asertivo se enfoca en negociar cambios de comportamientos razonables y mutuamente beneficiosos. Hay que saber que atacar al que tenemos enfrente en vez de hacerlo con el comportamiento que nos ha disgustado, es destructivo.

Cuestionario de Suposiciones e Ideas Asertivas-

Escribe en un papel el número de las frases que se enumeran con las que estás de acuerdo, anota aquellas que para ti son ciertas y definen tu forma de pensar o actuar en tus relaciones con los demás.

1. Es ser egoísta anteponer las necesidades propias a las de los demás.

2. Si alguien hace una pregunta tienes derecho a responder o a no hacerlo.

3. Es vergonzoso cometer errores. Hay que tener una respuesta adecuada para cada ocasión.

4. Es una buena política el no estar pendiente de si la gente tiene o no buena voluntad.

5. Si uno no puede convencer a los demás de que sus sentimientos son razonables, debe ser que está equivocado o que se está volviendo loco.

6. No estás obligado a tener que anticiparte a los deseos y necesidades de los demás.

7. Hay que respetar los puntos de vista de los demás, especialmente si desempeñan un cargo de autoridad. Mejor guardarse las diferencias de opinión para uno, escuchar y aprender.

8. Tienes derecho a no responsabilizarte de los problemas de los demás.

9. Hay que intentar ser siempre lógico y consecuente.

10. Tienes derecho a no tener que justificar ante los demás tus sentimientos y acciones.

11. Hay que ser flexible y adaptarse. Cada uno tiene sus motivos para hacer las cosas y no es de buena educación enfrentarse e interrogar a la gente.

12. Es adecuado estar solo si lo deseas, aunque los demás deseen tu compañía.

13. No hay que interrumpir nunca a la gente. Hacer preguntas denota estupidez.

14. Tienes derecho a decir “no”.

15. Las cosas podrían ser aún peores de lo que son, No hay que tentar a la suerte e intentar cambiarlas.

16. Ante un trabajo bien hecho tienes derecho a recibir aprobación y reconocimiento.

17. No hay que hacer perder a los demás su valioso tiempo con los problemas de uno.

18. A veces, está bien ignorar los consejos bienintencionados de los demás.

19. A la gente no le gusta escuchar que uno se encuentra mal, es mejor aparentar que estás bien.

20. Tienes derecho a pedir a los demás ayuda y apoyo emocional.

21. Cuando alguien se molesta en dar un consejo, es mejor tomarlo seriamente en cuenta, porque suele tener razón.

22. Es humano sentir dolor, así como, poder expresarlo.

23. La satisfacción de saber que se ha hecho algo bien es la mejor recompensa. A la gente no le gustan los alardes. La gente que triunfa, en el fondo, es envidiada. Hay que ser humilde ante los halagos.

24. Vayan las cosas bien o mal, tienes perfecto derecho a intentar un cambio.

25. Hay que evitar dar negativas a los demás e intentar adaptarse, de lo contrario, no los encontrarás cuando los necesites.

26. Es legítimo interrumpir a cualquiera si necesitas una aclaración.

27. No hay que ser antisocial, si dices que prefieres estar solo, los demás pensarán que no te gustan.

28. Tienes derecho a hacer críticas y a protestar por un trato injusto.

29. Tienes que tener siempre una buena razón para lo que sientes y haces.

30. Tienes derecho a cambiar tu forma de pensar o tu forma de actuar.

31. Cuando alguien tiene un problema siempre hay que ayudarle.

32. Tienes derecho y es saludable tener tus propias opiniones y convencimientos, aunque difieras de los demás.

33. Hay que ser sensible a los deseos y necesidades de los demás, aún cuando éstos sean incapaces de demostrarlos.

34. Tú debes ser el juez último de tus sentimientos y aceptarlos cómo válidos.

35. Es una buena política ver siempre el lado bueno de la gente.

36. Tienes derecho a cometer errores.

37. No está bien quitarse a la gente de encima, si alguien hace una pregunta, hay que darle siempre una respuesta.

38. Algunas veces, está bien anteponer las propias necesidades.

RESULTADOS:
Las aseveraciones numeradas con un Nº IMPAR definen suposiciones “falsas” que nos impiden comportarnos con los demás de una manera asertiva. Cuanto mayor sea el número de estas cuestiones con las que estás de acuerdo, mayor es la probabilidad de que tengas problemas de asertividad. Las relaciones sociales te producen malestar.

Las aseveraciones con un Nº PAR definen cada uno de los derechos legítimos que tenemos como individuos, y, por tanto, facilitan comportarnos como adultos asertivos. De la misma forma, elegir un mayor número estas ideas, es indicativo de que eres una persona asertiva, y te manejas con eficacia en las situaciones sociales. Las interacciones con los demás te generan satisfacción.

No hay comentarios: