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miércoles, 17 de diciembre de 2008

EL PRINCIPIO 90/10

Mi hijo mayor, sabedor de qué principios e ideas sigo intentando proyectar en mi vida, me ha enviado un powerpoint cargado de una auténtica filosofía que emana del principio que intento comunicar: que los acontecimientos en sí mismos no son los que "amargan" nuestra existencia sino que lo hacen nuestra postura y los pensamientos irracionales que esos acontecimientos o sucesos nos suscitan.
Quiero compartirlo con vosotros porque creo básico este principio 90/10. Deseo que os sea fructífero y os digo que funciona si nuestra voluntad es esa. Está muy relacionado con la Terapia racional Emotiva Conductual y creo que es un buen regalo de Navidad (o por lo menos eso deseo y espero).

EL PRINCIPIO 90/10

viernes, 17 de octubre de 2008

RELACIÓN DE PAREJA: OBSERVACIONES AL TRATAMIENTO DE SUS DISFUNCIONES

A lo largo de nuestra historia en la práctica de la Orientación y la Terapia Familiar y tras poner en común los compañeros del equipo de nuestra Asociación los problemas que más se repetían en los casos tratados, llegamos a unas conclusiones que queremos compartir con vosotros.
Hemos observado como denominador común que hay tres áreas fundamentales en las que la pareja “cae” por adolecer de recursos suficientes para encontrar el camino de salida en su “desequilibrio” tanto individual como colectivo en su ciclo evolutivo. Estas áreas son: la comunicación, la expresión afectiva y la resolución de problemas.

Estas perturbaciones relacionadas crean una insatisfacción que con el tiempo y llegando a un círculo vicioso, hace aparecer una serie de emociones contradictorias a la razón, como la ira, la ansiedad, la inhibición asertiva y el catastrofismo. (Ver modelos cognitivos de A. Ellis)

Es ahora cuando el nivel de frustración de la pareja ante la expectativas diferentes de cada uno llega a regar ese jardín, en principio idílico, y que en ese momento, ante la irrupción de problemas “insolubles”, se va secando y marchitando por las diferentes perspectivas personales. Lo que antes parecía, como decíamos, idílico, perfecto, en buen funcionamiento y armonía, se ha convertido en una incompatibilidad manifiesta, ya que apareciendo el problema se reacciona justo al revés: con rigidez en las posturas y con resistencia al cambio.

Este comportamiento lleva a que cada miembro de la pareja se sitúe en una posición en la que su respuesta emocional “normal” es una conducta de castigo hacia el otro, debido a que él mismo no recibe gratificación alguna ni refuerzo positivo. Es el punto que describe Ellis como el momento en el que la conducta de cada miembro produce un feedback que es distorsionado cognitivamente por el otro en función de sus propias creencias irracionales.

Nuestros objetivos terapéuticos estaban claros pero nos hemos encontrado que en infinidad de ocasiones tratábamos de ir modelando las tres áreas conflictivas mencionadas anteriormente y no veíamos el suficiente cambio para ir mejorando la relación; pero tras comentar en sesiones de control de casos, observamos que el primer punto a tratar era que los miembros del sistema familiar tomaran conciencia de CÓMO se sentían mal emocionalmente y perturbaban su relación al mantener una serie de pensamientos disfuncionales y la necesidad de trabajar en este sentido. Este aspecto importante nos hizo actuar en los casos tomando como eje prioritario en el tratamiento la propia hostilidad del cliente y dejando para después el tema de la insatisfacción que llevaba a crear esa perturbación en la pareja.

Siendo así las cosas, la primera barrera para tratar el problema fundamental era bajar los niveles de hostilidad y rabia, si es que aparecían y trabajar Orientador y clientes juntos en su modificación. Una vez conseguido este crucial primer paso ya pasaríamos a tratas los estilos de comunicación para poder ver claramente la forma en que el individuo percibe su propia conducta y la de su pareja en cuanto a la manera de comunicarse, cómo afecta esta forma y las consecuencias emocionales y conductuales que se perciben de esa misma conducta comunicativa.


Si lográbamos esto evitábamos que otros abordajes posteriores de nuestra Orientación y Terapia se hicieran improductivos.

A. Ellis decía que el terapeuta puede realizar sesiones por separado si la hostilidad es muy alta y también mostrar a cada cónyuge la relación cognición-afecto-conducta de la ira, y el manejo de la ira personal (cambio de pensamientos automáticos, balance de ventajas/desventajas y alternativas asertivas a la petición de los deseos) y la del cónyuge (enfoque asertivo, cortar y sugerir otras oportunidades más tranquilas para exponer las diferencias, etc.) Igualmente se puede trabajar “sesiones de desahogo” con ambos cónyuges. Estas últimas consisten en seleccionar un lugar y horario para exponer diferencias, normas para no cortar al otro, y cómo cortar si se sube “el tono”.

miércoles, 5 de marzo de 2008

NUESTRA REACCIÓN A LAS COSAS

"... conviene enfocar el trabajo en busca de los medios de actuación sobre las causas de nuestros estados negativos.


El primer paso en esta dirección, paso fundamental, es el comprender que el problema reside en nuestra reacción a las situaciones.


Nosotros creemos siempre que el problema consiste en que la situación externa es muy distinta a la que nos sería favorable o conveniente.


Estamos convencidos de que tenemos el problema debido a... (la situación X); quizá se trata de un problema económico, o de salud, o social, o familiar, o de lo que sea. En la medida en que yo crea que mi problema, que mi inseguridad, mi angustia, mi tensión o mi depresión, son consecuencia de la situación exterior, yo no podré resolver el problema.


Es cierto que existen unas situaciones externas que despiertan en mí el conflicto; pero mirándolo con más exigencia veremos que este factor externo es problema según como yo lo valoro y lo vivo, lo es en la medida en que yo reacciono ante él de una manera determinada. Nunca es la situación exterior en sí la que provoca mi estado negativo interior, sino el modo en que vivo la situación, según sea mi reacción ante ella.


En el trabajo interno es necesario darnos cuenta de que no nos enfrentamos realmente con problemas exteriores sino con problemas que del exterior se han instalado en el interior.


Hay una parte de mi mente que registra las cosas externas y es con esta parte de la mente con la que yo tengo el conflicto. No es con el exterior en sí mismo, no es con la persona A (o B, o C) en sí misma; es con mi imagen mental, con la valoración y significación que para mí tiene esa imagen, de la persona o la situación.


¿Cómo puedo yo influir en el problema? Si creo que el problema se resolverá sólo si la otra persona o la situación exterior cambian, estoy en un camino equivocado. Y esto es lo más frecuente; estamos tan hipnotizados con las imágenes y situaciones que percibimos del exterior, que creemos que solamente el cambio de las circunstancias externas podría ser la solución efectiva.


Extracto del libro "Personalidad y niveles superiores de conciencia"


Antonio Blay Fontcuberta. Editorial Índigo (1991)

lunes, 9 de julio de 2007

CUANDO EL PENSAMIENTO SE DISTORSIONA


ace algún tiempo comencé a estudiar y a investigar sobre la conveniencia de aplicar algunos puntos de la Terapia Racional Emotiva a nuestros clientes, pero antes debía, a pesar de que está demostrada su eficacia y eficiencia, aplicarla a mis propios eventos vitales, a mis propias situaciones. Mencionaremos dos autores, Ellis y Beck, que me ayudaron a entender que los acontecimientos, las situaciones en mi vida no son directamente las que provocan mis dificultades emocionales o mis trastornos de comportamiento, sino que dependiendo de cuál sea mi diálogo interno, lo que mi pensamiento me dice para “mis adentros”, así será el resultado de las consecuencias y mi comportamiento emocional. En definitiva, según piense y crea que ese acontecimiento me puede, me podrá o no según la creencia que yo tenga sobre él.


Hay un ejemplo claro que quiero exponeros: una persona dice estar deprimida, machacada, encontrarse en un profundo agujero, apática, con un dolor que se le retuerce el corazón, porque su pareja le ha dejado. Estas sensaciones es cierto que se sienten. Te destrozan, pero los acontecimientos no se pueden cambiar porque no se puede obligar a nadie a estar con quien no quiere, aunque como digo, la sensación de abandono ahoga por los pensamientos que suscita ese acontecimiento; el autodialogo va cargado de “Mi vida no tiene sentido sin ella”; “No podré seguir viviendo sin ella.”; “Esto no debería haber ocurrido…”; “Si pudiera dar marcha atrás…”


Lo importante aquí es, sin tratar de modificar el acontecimiento externo porque no depende de nosotros, cambiar los pensamientos irracionales (de esto algunas personas saben mucho y no se dan cuenta que los tienen), esos que duelen y dificultan la normalidad, el equilibrio real de tu vida: aprender a modificarlos hacia formas más racionales para poder salir y asimilar esta experiencia.


Queda claro, pues, que son nuestros pensamientos y nuestras creencias subjetivas las que nos hacen sentir de una manera o de otra. Por lo tanto es necesario entender que muchos de los trastornos de nuestro comportamiento y de nuestra mente provienen a menudo de modos inadecuados, erróneos, de pensar. Es bajo los efectos de estas ideas irracionales cuando mi pensamiento, el tuyo, se distorsionan. Esta distorsión cognitiva deriva a su vez de las creencias personales o significados subjetivos aprendidos en las etapas del desarrollo como persona y, generalmente, suelen activarse, actuar, de forma inconsciente, sin que tú te percates de los que estás haciendo contigo por dentro.


El significado de estos pensamientos o esquemas cognitivos (supuestos personales), son la forma en que la persona da su significado a su experiencia pasada, presente y futura. Tal vez todo te vaya bien en principio porque estos supuestos personales se encuentran inactivos en tu memoria, pero cuando acontece un suceso desencadenante en tu vida personal, “se activan o despiertan” y comienzan a hacerte ejecutar decisiones o tomar partido por cosas basadas en esos errores de planteamiento, que lógicamente, van entrelazados con unos determinados estados emocionales casi siempre inadecuados.


“ Las distorsiones cognitivas se expresan a través de las cogniciones de las personas (pensamientos e imágenes) que aparecen en situaciones donde hay una intensa alteración emocional (ansiedad, rabia, depresión) y trastornos de la conducta (conducta de escape- ahí te quedas-, o problemas de relación de pareja). A esas cogniciones se les denomina con el nombre de Pensamiento Automático.” (Beck)



Veamos un ejemplo que puede ilustrar todo esto: “Una chica en un bar espera a su pareja y ha pasado más de media hora y aún no llega. A su mente acuden pensamientos como: "Si me quisiera de verdad no me haría esto...estúpido…se va a enterar..." Como veis su pensamiento irracional empieza a irritarla y a prepararse para el enfado, que desde luego, ella sola, en principio, se lo está provocando.


Creo que claramente se ve que a través del autodiálogo, de la idea irracional, se está creando un pensamiento automático que va a provocar su distorsión tanto de pensamiento como de su posterior conducta o comportamiento (rabia, ira, enfado)


”Lo he dejado todo por ti…”; “Me has hecho abandonar lo que más quería para estar contigo…” No dejan de ser distorsiones de pensamiento que se suelen dar en personas inseguras y con un alto y muy marcado índice de personalidad distorsionada ante la realidad. Pensamientos irracionales, en definitiva que no son trabajados de la forma adecuada para su posible cambio. Estas situaciones te forman “versiones” subjetivas de las cosas que nos ocurren que suelen ser en ocasiones bastante erróneas, en el sentido de dar una falsa imagen o interpretación de los acontecimientos y los hechos, por lo que podemos decir que están basadas en las mencionadas distorsiones cognitivas.


La terapia puede ayudar, si tienes la voluntad de pedir ayuda, y lo que se pretende es que estas distorsiones sean sustituidas por pensamientos racionales que aporten una forma distinta de reflexionar y analizar los problemas que tenemos, para intentar obtener estados anímicos de mayor calma y sosiego, con el objetivo de adaptarnos con pensamientos distintos ante los acontecimientos y poder analizarlos para intentar resolverlos.


Es interesante saber que los pensamientos automáticos, esos que pueden hacernos tomar decisiones precipitadas y erróneas, son involuntarios. Están de manera automática en la mente y no son reflexivos ni productos de análisis o razonamientos. Muy al contrario, son reacciones espontaneas ante determinadas situaciones donde aparecen fuertes sentimientos. Aún así, podemos, si queremos, y es relativamente fácil contar con la ayuda si hemos observado que no vamos en nuestra vida como realmente queremos. ¿Qué te cuesta intentarlo? Hazlo por ti. Precisamente uno de los primeros pensamientos que personalmente estimo más irracionales es pensar que no necesitas nada y que eres autosuficiente para salir del bache emocional en el que estás. Si de verdad, en tu intimidad, a solas contigo, autodialogas de forma sincera, intentando evitar todo lo que te atormenta, evitarás mentirte porque es lo peor que puedes hacer. Aprender que hay otras visiones ante el mismo acontecimiento puede ser un buen principio. ¿Escapas de la gente, de mí? Realmente estás ocultándote de ti. Cuídate.

viernes, 1 de junio de 2007

LA ELECCION DEL SENTIMIENTO A TRAVÉS DEL PENSAMIENTO


n una de mis charlas ante padres que como problema común argumentaban que no podían entender a sus hijos, se manifestaron una serie de preguntas que les preocupaba profundamente: <<¿Por qué no puedo evitar que mi hijo se deprima?>>;<<>>;<<¿tengo yo la culpa de que esté sucediendo esta situación? Seguramente es que no sé ser una buena madre.>>;<<>>...


Como comprenderán se dieron el lugar, el momento y el ambiente adecuados para que se propiciara una tormenta de preguntas e ideas que cada conjunto parental “echaba en la mesa”. Por lo menos estaban preocupados e intentaban ocuparse de la situación, pero se sentían inermes e impotentes ante la cruda realidad: “No logro solucionar nada”; “todo sigue igual”; “Me rindo, que sea lo que Dios quiera”...



Es complicado ser padre o madre; es un arte, un trabajo que hay que aprender; un oficio en el que hay que especializarse “a la fuerza”. Nuestros hijos, y perdonen que use el tópico, no vienen con un libro de instrucciones debajo del brazo. A ser padres se aprende siéndolo, errando, buscando soluciones, pero, sobre todo, utilizando la voluntad para querer hacerlo. No podemos abandonar y menos los que hayamos querido escoger esta “profesión”. Es conveniente no olvidar dentro del sistema familiar palabras como YO, NOSOTROS, PERDÓN, GRACIAS...Da igual desde quién a quién se tengan que decir o posicionar a la hora de hablar. Da igual que un hijo diga a su madre:Perdóname(se supone que es lo normal) o que una madre diga a su hijo:Perdóname, me he equivocado que es lo que no se acostumbra a hacer y también debería ser totalmente normal, cuando se da la situación.


En algo debería notarse que somos los Adultos, con lo que eso debe de llevar implícito, pero ¿realmente lo somos?


Tras todas las aportaciones que se puedan imaginar (más que una charla se convirtió en un taller temático: estuvimos cuatro horas), empezamos a vislumbrar una serie de puntos comunes que la mayoría de padres tenían (también asistieron padres que habían dimitido de sus funciones): no se sabía reconocer en realidad el sentimiento o la emoción que sentían sus hijos y que ellos mismos interpretaban, por lo que al conceptuarlas mal la intromisión y el propio pensamiento de la figura parental se distorsionaba a la hora de afrontar la situación (que por otro lado no se atrevían a confrontar con sus hijos).


En primer lugar extrajimos de sus preguntas los sentimientos, emociones o estados que habían comentado: TRISTEZA, DEPRESIÓN, INQUIETUD, ANSIEDAD, DOLOR, CULPA, DISGUSTO, IRA.


¡Que mal!, pensaron. <<¿Ve usted?, no hay nada positivo>>


Todo eran emociones que querían ahuyentar de sus hijos a toda costa, sin pensar que, como humanos individuales y distintos a ellos que son, pueden y deben sentir, si quieren, y por lo tanto estaban en su derecho de expresar y sentirse como eligieran. Algo mucho más importante es que no es lo mismo la TRISTEZA que la depresión, la INQUIETUD que la ansiedad, el DOLOR que la culpa, el DISGUSTO que la ira.


Se diferencian en que las del primer término, las escritas en mayúscula, pueden ser lógicas, racionales; pueden explayarse en nuestro cerebro porque sentimos; pueden trabajarse adecuadamente desde las propias creencias racionales, en cambio las del segundo término de la comparación pueden, desde el mismo sistema de creencias, o sea, desde el individual y propio, hacer patológica nuestra vida y las acciones o decisiones que en ella tomemos.


Estar triste es lícito, puede ser normal estando ante situaciones que así nos lo hagan sentir. Pero de la tristeza puedo salir (seguramente con ayuda) porque aunque haya perdido algo, me hayan hecho algo, la verdad es que se dio esa situación, tal vez, porque era lógico que ocurriera. No había ninguna razón para que eso no hubiera podido ocurrir y, además, no he podido hacer nada, por eso ha ocurrido y me hace sentir así de “tristísimo/a”. En cambio, la depresión que ocurre, según A. Ellis, por la creencia irracional, aborda el hecho que nos causa tristeza como “algo totalmente terrible y más aún, por el hecho de considerarse responsable de la situación, uno mismo se condena y autocensura: Soy malo/a, no logrando ver que esas situaciones que nos “desbordan” pueden ser un capítulo dentro de la “normalidad” de la propia vida.


Puedo permitirme estar inquieto por un cúmulo de situaciones que se están dando en mi vida o se pueden dar y aunque inquieto puedo esperar que la suerte me acompañe y no suceda lo que puede suceder. Pero si lo que “rumia” mi mente es que esto no debe ocurrir, no será justo, por favor, que no ocurra, “sería terrible si ocurriese”...precisamente este estado de pensamiento me sitúa de la inquietud más o menos lógica, en una ansiedad que hasta puede paralizarme y ocasionar que lo que tal vez no iba a suceder, suceda.


Como ven son dos formas distintas de afrontar una misma situación o pensamiento, lo que hace bueno la frase famosa (que pocos analizan) de´Te convertirás en aquello en lo que piensas constantemente´. Todo lo que llega a la mente a través de los sentidos, de forma consciente o no, se queda grabado para siempre, como a fuego, luego, si sabemos y somos conocedores de que esto sucede, queramos o no, de forma cierta, deberíamos alimentarla con la información correcta, y así puedes esperar grandes resultados.


En cuanto al dolor, y he de citar irremediablemente de nuevo a Albert Ellis, “si esa emoción, sensación, es derivada de la creencia racional se infiere de un pensamiento, por ejemplo, como este:Prefiero no hacer las cosas mal, intentaré hacerlas mejor, y si no ocurre así, ¡mala suerte! En cambio, sentirse culpable, con lo que ya de por sí hace daño el dolor, deriva de la creencia irracional y crea pensamientos como éste: No debo hacer las cosas mal, y si las hago o las he hecho, que malo soy, que malvado, no me lo perdono.


En teoría quien mejor se conoce es uno mismo y hasta aquí se puede elegir (aprendamos a ello) el pensamiento para no “patologizar” mi vida ni la de los demás. Una cosa es que esté enfadado, que tenga un disgusto y que me permita expresar que “no me gusta lo que ha hecho; me gustaría que no hubiera ocurrido, pero entiendo (aunque me cueste tiempo y ayuda) que los otros no son como yo y pueden romper mis normas” y ese hecho, me haga estar muy contrariado, muy enfadado, muy disgustado, y otra cosa es que cambie mi forma de ver la situación y desde el pensamiento <<>>, me venga una tormenta de rabia e ira que va a trastocar mi mente y de igual modo todo lo que diga. Está claro, pues, que hemos de notar la diferencia entre estar disgustado y tener ira.


Por todo esto, si aprendemos primero a vernos nosotros y conceptuar bien la situación (hay técnicas y profesionales), entenderemos el comportamiento no sólo de nuestros hijos, sino de las personas con las que convivimos y amamos.


MUCHO HAY QUE TRABAJARSE, PERO ÁNIMO, PODEMOS SI VERDADERAMENTE QUEREMOS Y NOS MERECE LA PENA




JUAN JOSE LOPEZ NICOLAS, Orientador Familiar

lunes, 28 de mayo de 2007

AUTOCONTROL EMOCIONAL (Experiencias 2)



n nuestro devenir clínico, nos hemos dado cuenta de que la posición individual de la persona hace un efecto en las relaciones de todo el sistema familiar. Ha sido una manía constante el preguntarnos cuál es tu sitio en la relación, cuál es mi sitio en la relación coeducadora de mis hijos, cuál es mi sitio, dentro de todo este entramado social, para sentirme realmente bien con lo que hago y conmigo mismo. “¿Cuál es mi sitio?”


Tal vez esta cuestión que aparece tan machaconamente en nuestras mentes y nos hace reaccionar de tal o cual manera ante tal o cual situación, no se daría si realmente no estuviéramos constantemente pidiendo a voz en grito el reconocimiento de nuestro sitio valorado por los demás. No es raro encontrarnos con clientes/usuarios que están perdiendo su rol en el sistema o subsistema familiar. Tratamos de ajustar su papel a las reglas de funcionamiento “normales” en cada grupo y tal vez lo que no encontramos adecuadamente en su sitio es la propia visión de uno mismo.<< Parece como si no encajara en esta situación. Ya no soy necesario y prefieren a otros para que...>>


Volvemos, pues, a la situación de nuestro propio sentimiento y creación de cada vez más ideas irracionales que luchan por entrar en nuestro sistema mental y hacernos sucumbir por la pasividad y la negación a “luchar” contra ellas. Tal vez si pensáramos más en nosotros mismos e hiciéramos las cosas por nosotros mismos, lograríamos saber lo buenos que somos y no tendríamos necesidad de que los demás reforzaran nuestros valores, porque así lo único que conseguimos es supeditar nuestras propias funciones y actividades a la “voz del amo”, ajustando nuestra conducta, de forma inconsciente, puede ser, por ambas partes, a las instrucciones que una marca y el otro acepta, o viceversa.


No es raro encontrar personas que dicen una cosa y hacen otra. Puede parecer que hay una incongruencia absoluta, pero en el fondo dicen lo que les gustaría que fuera (porque es tremendamente positivo) y hacen lo que creen que deben hacer (aunque si eso mismo lo hiciera otro diferente de ellos, lo verían como una incongruencia). Este párrafo parece un buen lío, pero si lo leemos despacio sacaremos el mensaje adecuado. En el fondo no estamos hablando de otra cosa que de esas ideas irracionales que tanto hemos ido nombrando y que se manifiestan en forma de falta de seguridad, dependencia psicológica, vivir en el pasado, culpabilidad, lo que algunos autores llaman “deberización”, hacer eso porque debo hacerlo, rabia, falta de autovaloración...¿Quién pude saber su sitio, su lugar, con semejantes ideas “comiéndote” la lucidez?


Sí, ¿cuál es mi sitio en la vida?...Si la propia persona no trabaja las situaciones adecuadas es imposible que nada ni nadie ponga sitio a su sitio, lugar a su lugar. Cada uno es su dueño y debe ponerse a amar, amándose; querer, queriéndose.




os sentimientos no son simples emociones que nos suceden, sino que son reacciones que elegimos tener.Si somos dueños de nuestras emociones, si las controlamos, no tendremos que escoger reacciones de autoderrota.
A. Ellis.


Sólo trato de hacer pensar que según qué actitud de pensamiento escojamos, habrá ideas irracionales que se apoderen de nosotros o no. Estas ideas siempre están rondando y anidan en las personas débiles, tocadas por esfuerzos históricos y que han sido incapaces de levantarse del todo; grandes supervivientes, pero incapaces, aunque no lo vean, de mantenerse en pié en un presente cargado aún de ese lastre sin digerir de su propia historia.


JUAN JOSE LOPEZ NICOLAS. Orientador Familiar

viernes, 13 de abril de 2007

ARTICULO SOBRE TERAPIA RACIONAL EMOTIVA


Amor Insano (Neurótico): Causas y Tratamiento
Por Albert Ellis, Ph. D.



( PRINCIPIOS DE LA TERAPIA RACIONAL EMOTIVA)


Permítanme comenzar con unos pocos prejuicios personales. Estoy comprometido en la investigación del tema del amor - y quiero decir amor, no exactamente sexo - desde 1938; esto es, desde hace más de 50 años. Mi primer intento en la tesis para doctor en Filosofía fue sobre las emociones amorosas en un colegio de chicas; y aunque la Universidad de Columbia no me autorizó a realizar este trabajo (porque trataba sobre el amor, y por tanto relacionado muy estrechamente con el sexo), yo no obstante terminé el estudio por mí mismo y lo publiqué en una serie de artículos en revistas psicológicas y sociológicas (Ellis, 1949a, 1949b, 1949c, 1950.
Entonces me convertí en psicoterapeuta y en un buen conocido sexólogo. Traté parcialmente o de soslayo con problemas de amor y publiqué buenos artículos y libros sobre la materia (Ellis, 1954, 1958, 1960, 1979. En el desarrollo de esta capacidad, traté con problemas de amor casi a diario durante medio siglo. Durante este tiempo, es el problema básico del amor - ¿cuanto me acepto y respeto a mí mismo y cuanto haces tú para cuidar de mí?- lo que hace que se mueva el mundo; e incluso los así llamados problemas sexuales (tales como impotencia, frigidez y desviaciones sexuales) son básicamente problemas de la valía y falta de valor humanos (o amor a uno mismo)- como lo he mostrado en muchos de mis escritos de psicoterapia (Ellis 1957,1962, 1971, 1972, 1988; Ellis y Harper, 1961, 1975; Ellis y Dryden, 1987.
Hay muchos aspectos saludables y normales en el tema del amor; tal como muchas autoridades en la materia han puesto de manifiesto (Fink, 1887; Maslow, 1953; Montagu, 1953; Grant, 1957; Levy y Munroe, 1938; Ortega y Gasset, 1960; Sorokin, 1954; Stendhal, 1947); también hay muchos estudios sobre aspectos anormales y poco saludables sobre el amor (de Rougemont, 1940; Lucka, 1922; Reik, 1945. Deliberadamente centré la atención en algunos problemas insanos sobre el amor. El tema del amor es amplísimo, y nunca hay suficiente tiempo ni espacio para tratar todas sus ramificaciones. Kremen y Kremen (1971) han tratado recientemente respecto al amor romántico e idealista desde un punto de vista psicoanalítico clásico y Salzman (1971) ha tratado el enamoramiento y el amor dependiente pero desde un punto de vista menos ortodoxo. Con mayor extensión, repiten las observaciones realizadas por Fromm (1962), quien ha analizado incisivamente algunos de los elementos del autoderrotismo sobre el enamoramiento y el amor. Partiendo de un punto de vista contrario al psicoanálisis y de acuerdo con datos clínicos contrastados, realizaré mi propio análisis sobre el amor insano, así como lo que se puede hacer para ayudar de forma individual a quienes están afectados por este problema.
La mayoría de las perturbaciones humanas son alguna forma de excesiva demanda. La gente que ama de forma "neurótica" o "psicopatológica" (o, a veces, "psicóticamente") no solamente prefiere o quiere unirse íntimamente con otra persona; sino que demandan, dictan, insisten u obligan, de una manera absolutista, que 1) tienen que encontrar una persona inusualmente atractiva, generalmente del sexo opuesto; que 2) debe comportarse excepcionalmente bien e impresionantemente con esa persona; y 3) esta persona les ame absolutamente, devotamente, y todo el tiempo; y que 4) amen a esta persona de forma muy íntima, profunda y de manera eterna. Pueden, además, tener muchas otras demandas, tales como, que esta persona que descubren y que aman intensamente sea asequible (esto es, no comprometida legalmente con ninguna otra persona), viva cerca, tenga valores y objetivos similares a uno mismo, sea un gran compañero sexual etc.
Si los objetivos individuales, metas y propósitos sobre el amor y ser amado son deseos, es apropiado y sano. Pero si son, como muchas veces ocurre, absolutismos, extremas necesidades o mandatos, si son incorporadas en el sistema de necesidades que deben, tienen que o es obligatorio conseguir, entonces no se considera apropiado ni sano; esa es la esencia de la perturbación emocional. Vamos a ilustrarlo con el caso de una mujer que reconocí quien, a pesar de su inusual gracia personal e inteligencia, tenía una larga historia de errores en el terreno del amor e insistía en que nunca había tenido un razonable buen encuentro amoroso que le hubiera durado tiempo y estaba segura de que sería incapaz de conseguir o mantener uno apropiado. Por consiguiente se encontraba ansiosamente deprimida e irritada.




Fui capaz rápidamente de demostrarle a ella que su problema emocional - esto es, su ansiedad, depresión, ira y la incapacidad de mantener el tipo de relación emocional íntima que decía querer mantener- podría ser entendida de la mejor manera con el modelo A-B-C que se usa en la terapia racional emotiva. En el punto A, los Eventos Activadores, ella encontraba gran dificultad para mantener una relación intensa y duradera con un hombre adecuado; en el punto C, ella sentía la Consecuencia emocional de la desesperación, pánico, ira y desolación. Como en casi todos los casos parecidos, estaba plenamente convencida, durante la primera sesión de que "debido a que tengo muchos problemas en conseguir una relación duradera con alguien al que respete y ame, y debido a que estoy convencida que probablemente nunca la tendré, es por lo que estoy deprimida".
"Oh, no", interrumpí inmediatamente, como con frecuencia hago en otras ocasiones parecidas, "eso no es verdad. Ud. hace un salto mágico- desde una situación externa a unos sentimientos internos. Y, al hacerlo, tanto como yo sé científicamente, no existe la magia en el universo, su razonamiento no es consecuente. No lo es en absoluto".
"¿Qué quiere decir? Preguntó ella.
"Bien, Ud., esta diciendo que los hechos Activadores, en el punto A - el hecho de que tenga problemas para conseguir una relación duradera y la posibilidad de que conseguirá ese tipo de relación que quiere- es lo que causa un sentimiento en su interior, una Consecuencia emocional, en el punto C. Pero ¿cómo puede ser eso?. ¿Cómo puede cualquier hecho Activador o cualquier estímulo nocivo que le ocurra, causar cualquier sentimiento en Ud. - a menos, desde luego, que fuera una fuerza física que impacte sobre Ud.?. Un hecho solamente puede causar, directamente, un daño físico; y después podría reaccionar, emocionalmente, al dolor."
"¿Quiere decir que A no causa directamente C y que virtualmente nada puede incomodarme emocionalmente?."
"Sí, eso es lo que quiero decir. Solamente Ud. puede directamente hacerse sentirse mal a usted misma. Y es así porque se convence a sí misma con algún B, su sistema de Creencias. Es más, cuando Ud. se siente intensamente incomodada - depresiva, por ejemplo- Ud. invariablemente se convence a sí misma con algún absolutismo irracional, alguna Creencia mágica, en B."
"¿Y cuál es?"
"Creo que sé exactamente cual es - como me figuro por lo que ocurre generalmente, sobre la base de mi psicoterapia. Pero primero, vamos a ver si Ud. puede adivinar que racional o sana Creencia tiene sobre sí misma, en el punto B, justo antes de tener la creencia irracional e insana."
"¿Creencia racional?"
"Si, creencia racional sobre lo que ocurre en el punto A. Es tal como 'Estoy teniendo una gran dificultad para conseguir y mantener una relación duradera con un hombre que me quiera, y eso es...' Eso es... ¿Qué?."
"¡Eso es terrible!"
"No ¡Esa es su creencia irracional! Es interesante ver como la mayoría de la gente inteligente y educada como es Ud. me contesta con una creencia irracional y cree que es racional. Pero volvamos atrás un momento. En principio, ¿qué creencia racional, basada en la realidad empírica, cree que se dice a sí misma inmediatamente antes de que se convierta en una irracional?"
"Mmm, Yo ... realmente no lo sé."
"Si lo sabe. Ud. esta pensado en ella. Ud. probablemente se dirá a sí misma, justo ahora, otra creencia irracional que le está bloqueando su pensamiento."
"Quiere decir, '¡No es terrible que yo no pueda pensar en la creencia racional de que él me quiera encontrar!'"
"¡Exactamente! Pero volvamos a la creencia racional. ¿Qué podría cualquiera decirse a sí misma en su posición, si desea mucho conseguir una relación duradera y si tiene grandes problemas para hacerlo? "Tengo una gran dificultad para conseguir una relación duradera con un hombre y eso es...'?"
"¿Decepcionante?"
"¡Bien! ¡Esto es decepcionante; es algo desafortunado; es deplorable, es una desventaja; es un inconveniente! Todas estas cosas. Y si tiene que apegarse a algo, apéguese rigurosamente solo a esta clase de creencia racional, esto es decepcionante y desafortunado pero no más que eso por ser incapaz de relacionarse con un hombre, ¿Cómo se sentirá entonces?"
"Supongo... que me sentiría, terriblemente triste."
"Bien, de nuevo. Se sentiría bastante triste, pesarosa, resentida, enojada o como algo inconveniente. Por esto es lo que nosotros podríamos decir justificadamente, que es más desafortunado si no se consigue relacionarse bien con un hombre o quizá que nunca se encuentre en el futuro; y Ud. se sintiera más apropiadamente triste y pesarosa respecto a ello. Pero, desde luego, Ud. siente mucho más que eso; se siente muy deprimida. Ahora ¿qué irracional, empíricamente inaceptable creencia, sería la que le hace tener, otra vez en el punto B, este inapropiado sentimiento?"
"¿Por qué es inapropiado para mí sentirme deprimida?"
"Por muchas razones. Aunque la tristeza por no tener una relación puede producir en Ud. que haga más para conseguirlo, la depresión no lo hace; puede causar en Ud. una actitud de inactividad, de rendición, y sentir que es incapaz de relacionarse. Por lo tanto, es disfuncional o autoderrotista. Además, la depresión casi siempre incluye el autodecaimiento y el autocompadecimiento. Conteste a mi pregunta sobre cual es la creencia irracional y creo que verá esto."
"¿Quiere decir mi creencia irracional sobre la falta de relación?"
"Si, además de sus creencias racionales de que es desafortunado y decepcionante no mantener una relación."
"Bien, uh, creo, uh, que yo nunca podré mantener una relación."
"Si, eso es. Esta es la creencia irracional, porque es improbable. Ud. puede probar que nunca ha tenido una buena relación; y que nunca pudo ser capaz de tenerla. Pero ¿cómo puede probar que no puede ser posible, bajo ninguna condición, tener una relación?"
"Mmm, creo que no puedo."
"¿Pero cuales son sus otras creencias irracionales?. Hay alguna otra cosa, incluso más importante que el 'Nunca seré capaz de mantener una relación'?"
"Veamos. Uh. Oh, sí; y ¡eso es terrible si nunca lo consigo!"
"¡Bien! Esto es lo más abyecto; esa catastrofización que se crea en su cabeza. Porque Ud. puede racionalmente creer que nunca se ha relacionado con un hombre y que probablemente nunca lo hará, pero no creer que esto es terrible. Cuando Ud. cree que cualquier cosa que haga (o no haga) es terrible, esto es altamente irracional. ¿Porqué?"
"No lo sé. ¡Ello me parece ciertamente terrible! Especialmente si me esta ocurriendo actualmente que no me he relacionado nunca con un hombre."
"Sí, pero cualquier cosa que piense que es terrible le hará sentirse terriblemente a Ud. Esta es la forma como actuamos los humanos; cualquier cosa que se piense o crea de forma intensa, así tendemos a sentirnos. Eso no prueba que haya algo condenable sino que se ha tenido un sentimiento. Pero ¿por qué es terrible el que nunca tengas una relación con un hombre?"
"Mmm, no lo puedo decir realmente."
"¡Nunca lo podrá decir! Porque es una mágica, improbable hipótesis. Cuando Ud. dice 'Es terrible (o desastroso u horrible) si nunca consigo tener una relación,' quiere decir 1) 'Es un inconveniente o una contrariedad', como hemos comentado y 2) '¡Es mas de un 100 % de inconveniente o de contrariedad!' Ahora, ¿Cómo es esto posible?. ¿Puede cualquier cosa que ocurra ser más que un ciento por cien de desafortunado o inconveniente?"
"No, creo que no."
"Y, de nuevo, cuando Ud. dice de una cosa que es terrible, quiere decir: 1) 'es muy inconveniente' y 2) 'Debido a que es muy inconveniente, ¡no debería existir esa inconveniencia!'. Bien, no hay nada en el Universo que, debido a que es terriblemente inconveniente para Ud., no debería, no tendría, no pueda existir?"
"No, no si realmente existe."
"¡Exactamente!. Todo lo que existe, existe. No importa cuan desagradablemente errónea sea una relación para Ud., si es lo que siempre ocurre, es lo que siempre ocurre. Es una tontería y una grandiosidad, decir que no debería ocurrir."
"¿Esta Ud. diciendo, entonces, si me desembarazo de todos los tremendismos y acepto la realidad de que cuando las cosas obvias existen y no hay razón por las que no deberían existir, no me disgustaré sobre ser rechazada por los hombres que me gustan y respecto a no tener éxito en una relación durante un largo periodo de tiempo con ninguno de ellos?"
"No, no estoy diciendo que Ud. no se sentirá disgustada en absoluto; estoy diciendo que bajo esas condiciones no se sentirá disgustada excesivamente, irracionalmente o autoderrotada. Se sentirá extremadamente triste y pesarosa por no tener relaciones; pero no se deprimirá por ello. Y trabajará para evitar o librarse a sí misma de esa sensación de irritación - porque está disgustada por ello y desea eliminar este disgusto- y estará en las mejores condiciones para establecer relaciones."
Al mismo tiempo que estaba mostrando a esta mujer que su suerte sobre mantener relaciones no era la causa de estar deprimida sino que ella, con sus creencias irracionales sobre su deplorable situación respecto a mantener relaciones, era lo que la deprimía. También la mostré que su ansiedad y su ira eran causadas de forma similar. Para ponerse a sí misma ansiosa, ella se decía de forma racional, también, que sería muy desagradable si errará en una relación; pero irracionalmente, se decía que tenía que mantener una relación estable y que era una persona despreciable, una mala persona, si no lo conseguía. Estaba calificándose totalmente como persona, ella respecto a sí misma, sobre la posibilidad de no mantener una relación; y naturalmente, como en una predicción, volviéndose a sí misma inapropiadamente ansiosa.
Respecto a su autocreada ira, se estaba diciendo a sí misma de forma sana, "Es malo si un hombre no aprecia mis buenas cualidades y rehúsa mantener relaciones íntimas conmigo", e insanamente se decía "Es horrible si no aprecia mis buenas cualidades; que terrible es que no se de cuenta."
Para resumir; en el caso de la depresión, ella estaba demandando excesivamente que debía conseguir lo que quería respecto a mantener relaciones íntimas y se volvía desesperada y con tendencias suicidas cuando sus demandas no se cumplían. En el caso de la ansiedad, ella insistía en que debía tener éxito en una relación con cada hombre que quisiera y poniéndose a su entero ser, su persona total, decaída cuando no era así. En el caso de la ira, ella exigía que un hombre en el que ella estaba muy interesada debía igualmente apreciarla a ella, y por tanto le odiaba totalmente si se mostraba desagradecido.
Esto, supuse, era lo que casi invariablemente ocurría en el caso del amor insano. Como mi cliente deprimida, la gente dogmáticamente ordena que el mundo se conforme de acuerdo a sus objetivos en el amor. Debido a este tipo de orden divina, se hacen a sí mismos inapropiadamente inseguros, ansiosos o airados cuando no son amados por alguien a quien han elegido; inducen sentimientos de depresión, desesperación, y tendencias suicidas cuando no son correspondidos; y frecuentemente se muestran airados, con hostilidad y enfurecidos contra las personas concretas que rehúsan darles el amor que demandan.
¿Esta idealización súper romántica, que se describe en The American Sexual Tragedy (Ellis, 1954), y que Kremen y Kremen (1971) describen acertadamente, y que muchos autores en sus libros mencionan de forma significativa, proviene también de esta clase de demanda excesiva?. Tanto como alcanzo a entender, en gran parte así es. Por una parte, es compensatorio. Los seres humanos no se denigran simplemente por errar en mantener relaciones, sino por muchas otras cosas también; por ejemplo, errando en conseguir una buena posición en los negocios, el arte, la ciencia o las relaciones sociales. Cuando se califican tontamente (en lugar de calificar sencillamente sus intentos por mejorar), se sienten excepcionalmente inadecuados, inferiores o denigrados. Consecuentemente, si pudieran idealmente enamorarse con un miembro del otro sexo y él o ella les correspondiera gozosamente, este maravillo y romántico sentimiento (imaginan) finalmente, en parte, acabaría con sus desgracias; y podrían (al menos temporalmente) sentirse mucho mejor consigo mismos. Así tendrían suficientes incentivos para creer que sus amadas serían las mejores desde Eva, y que la aceptación de ellos les hace los mejores desde Adán.
Hay, no obstante, muchas otras razones de porque los humanos tienden a idealizar a un miembro del otro sexo (o en su caso de la homosexualidad, del mismo sexo) y caer locamente, y a veces irrevocablemente, enamorados con alguien que es altamente cuestionable, particularmente si contemplan el casarse con esa persona. Estas otras razones irracionales incluyen:
Percepción errónea. El amado es realmente una persona con características normales, pero es percibido erróneamente como poseedor de rasgos especiales. Los amantes necesitan (o creen necesitar) que sus amantes sean brillantemente inteligentes, bellos, sexys, o sinceros; por tanto, ellos les ven con esos rasgos que no poseen.
Fijación. La persona que es tratada bien por miembros del otro sexo (tal como un padre, tío o hermano) durante su juventud, se enamora, para el resto de sus días, de otros miembros de este sexo que son de forma similar como las primeras personas (por ejemplo, pelo rubio, ojos verdes o alta inteligencia.
Identificación mágica. Las personas desesperadamente necesitan ser fuertes y bien parecidas (incluso, debido a sus propios sentimientos de inadecuación) y se enamoran con alguien (incluso miembros de su propio sexo) que tiene esas características, creyendo mágicamente que las poseerán si esa persona les ama a ellos.
Narcisismo. Al amante realmente le gusta algunas de sus propias cualidades (como su favorable apariencia) y solamente se enamorará apasionadamente con aquellas personas que tienen esas mismas cualidades, no importa como son el resto de rasgos.
Hostilidad. El amante odia a sus padres u otras figuras de autoridad y consciente o inconscientemente se enamorará de aquellos que posean las características con las que tenderían a ser más ofensivos con las personas que odia.
Seguridad. El amante no puede soportar ningún tipo de rechazo y cree que necesita ser amado totalmente y para siempre; consecuentemente estará encantado con compañeros que parezcan estar absolutamente seguros a este respecto y que supuestamente les adoren para siempre.
Ilusiones románticas. El amante cree que el "amor verdadero" durará para siempre y solamente le permitirá estar enamorado apasionadamente con una persona que tiene las mismas ilusiones románticas y le jure devoción eterna.
Necesidad de atención. El amante cree que no puede soportar sostenerse por sí misma y que el mundo es demasiado duro para él, así es que se une fuertemente a una persona que presumiblemente cuide de él y haga las cosas por él para el resto de su vida.
Si examinamos detalladamente estos diversos tipos de amor idealizado, se observa que son todas ellas formas de excesiva demanda. El amante quiere obtener ventajas de una relación íntima; él o ella, entonces, arbitrariamente y de forma absoluta establece algunas características que deben existir si se da una relación ideal; estas características son entonces descubiertas o inventadas en otra persona; y el amante por lo general se convence profundamente que el otro 1) realmente posee estas ejemplares características; y 2) las tendrá para siempre; 3) las usará en beneficio del amante; y 4) tendrá una gloriosa relación continuada con el amante en lugar de cualquier característica desafortunada que el amante puede poseer o tener condiciones adversas bajo las que la relación pueda existir.
Debido a que es altamente improbable que, especialmente a largo plazo, estas predicciones insistentes y absolutistas del amante se realizarán, el amor insano casi siempre terminará en diferentes tipos de sentimientos perturbadores. Por ejemplo:
Ansiedad. El amante estará incesantemente sobre preocupado sobre si encontrará al amante "ideal", y siempre permanecerá atado al otro en la misma medida que el primero demanda que esté unido.
Celos. El amante se muestra frecuentemente celoso de su partener, cree que está sobre manera interesado en otro potencial amante, no puede soportar la idea de que comparta cualquier salida con otra persona, con tendencia a espiarle, y paranoicamente creer que no tardará en dejar de amarle y en su lugar se buscará a otro amor.
Depresión. El amante piensa que su compañero no le ama suficientemente; y que nunca lo hará; y que nadie le amará con suficiente intensidad; y que mantiene una relación horrible y que nunca será capaz de poder disfrutar de la vida de ninguna manera excepto cuando sea amado por una persona encantadora y que él la ama a su vez.
Inercia. El amante esta convencido de que es demasiado duro para él conseguir lo que quiere en una relación; que no debería ser tan difícil y que debería rendirse y no hacer nada para intentar arreglarlo y conseguir la clase de relación que piensa que debería tener.
Hostilidad. El amante cree que es terriblemente injusto que no sea amado de la manera que debería por la persona que ha elegido y que es horrible que esta clase de injusticia exista y que la persona que no le ama debería amarle y que esa persona es además despreciable por ser tan injusto con él.
Falta de dignidad. El amante imagina que no es querido por la persona que ha elegido porque esa persona es una persona con escasa dignidad y debido a que es una persona corrompida, no merece ser querido por nadie.
Ceguera amorosa. Ocasionalmente, el amante obtiene considerable evidencia de que la persona que ama no toma suficiente cuidado de él, y que incluso le detesta, pero rehúsa esta evidencia y se convence a sí mismo que esa persona realmente mira por él y quizá incluso esta locamente enamorado de él.
Asumiendo que el amor insano, o la horrible necesidad de mantener relaciones íntimas con otra persona, generalmente proviene de las demandas dogmáticas y absolutistas de que el mundo tiene que ser tal como ella quiere que sea y asumir que es un tipo distintivo de perturbación emocional que puede incluir fuertes componentes de ansiedad, depresión, indignidad y hostilidad, ¿que se puede hacer para mejorar esta situación?. La respuesta es, aunque no necesariamente como única y definitiva, una psicoterapia intensiva. Se pueden dar, a mi juicio, dos posibles soluciones: métodos paliativos o curativos. Desdichadamente, la mayoría de la terapia actual es muy variada y básicamente consiste en los siguientes submétodos:
Relación sustitutiva. El terapeuta calurosamente anima a la persona rechazada y deprimida y le propone una relación sustitutiva. El mensaje básico que se trasmite al cliente es: "De forma permanente, nadie puede cuidar de uno, y nunca podrá: pero yo si le quiero. No obstante, Ud. es una persona realmente digna y valiosa, en lugar de la piltrafa que cree ser, y siempre encontrará otras buenas personas que le puedan amar." Las limitaciones de este método son: al cliente se le confirma en su creencia irracional de que necesita ser amado para ser una persona valiosa; y ahora que esta recibiendo cariño del terapeuta, se siente bien. No le está ayudando a cambiar su excesiva demanda de fondo y probablemente se le volverá a presentar el problema más tarde, cuando elija otro potencial amante y descubra que realmente tampoco le quiere.
Autoestima. El terapeuta muestra al cliente que aunque pueda equivocarse en conseguir a A como amante, tiene la habilidad de conseguir B, C o D; y que puede hacerlo lo mismo que con otras cosas - como un trabajo o una ocupación artística. Consecuentemente, la idea le convence de que realmente no es un gusano. Limitaciones: el cliente no es nunca desengañado de la noción de que debe tener éxito en cualquier cosa para ser aceptado y disfrutar de su existencia. Continua permaneciendo dependiente del éxito para considerarse valioso y mantiene en el fondo la ansiedad de que puede errar en un propósito importante en el futuro.
Catarsis y abreacción. El terapeuta anima al cliente a airear sus sentimientos, particularmente su sentimiento de autocompasión e ira. Limitaciones: Aunque algunos clientes momentáneamente se sienten mucho mejor usando este método, raramente consiguen estar mejor a la larga. Por el contrario, de forma más frecuente mantienen la creencia de que es terrible que no sean amados de forma extraordinaria y que las personas que le rechazan son despreciables. Su autocompasión e ira, como mucho, solo de forma temporal la rebajan de este modo mientras su filosofía creadora de perturbación se mantiene.
Métodos de distracción. El terapeuta provee varias técnicas de distracción, durante o fuera de las sesiones de terapia. Pueden incluir relajación, masaje, meditación, ejercicios de yoga, entrenamiento en conciencia sensorial, ocupaciones artísticos, discusiones intelectuales y un gran número de otros tipos de distracciones. Limitaciones: estas técnicas pueden fácilmente inducir al cliente, para esa ocasión, en centrarse en propósitos más placenteros y constructivos que el haber estado anteriormente preocupándose; y puede temporalmente olvidar la "terrible" necesidad de amor. La mayoría de las veces, no obstante, la distracción no combate de forma permanente su tendencia a la demanda excesiva.
Desensibilización. El terapeuta puede desensibilizar al cliente de su ansiedad respecto de alguien que le rechaza o sobre su fobia de conseguir un amante que le pudiera rechazar. Limitaciones: la Desensibilización, a menos que sea acompañada de una generalización cognitiva, tiende a funcionar solamente respecto al rechazo para una persona particular o respecto a la fobia sobre un tipo especial de relación arriesgada. Para que sea verdaderamente efectiva, el cliente debe ser desensibilizado muchas veces en conexión con muy diversas ansiedades o fobias de relación.
Condicionamiento operante. El terapeuta puede usar refuerzos o castigos para ayudar al cliente a relacionarse con una persona adecuada o dejar de relacionarse con aquel que le perjudica. Limitaciones: Esta clase de terapia de nuevo tiende a ser demasiado específica en lugar de descondicionar las tendencias de demanda excesiva del cliente, que puede ser fácilmente transferida a otra relación amorosa.
Complementariamente a estos métodos paliativos y escasamente elegantes de terapia, existe un número de métodos más curativos y elegantes. Estos tienen que ver con hacer al cliente más consciente de que son ellos unos demandantes en exceso, mostrarles porque su punto de vista filosófico no es precisamente el más efectivo para ayudarles a conseguir lo que buscan y evitar lo que no desean, y persuadir, educar y entrenarles para eliminar su tendencia a la excesiva demanda y trabajar hacia los objetivos que fuertemente desean más que aquellos que creen que necesitan de forma absoluta. En la terapia racional emotiva, en particular, algunos de los métodos más elegantes que son empleados de forma regular incluyen los siguientes:
Eliminar la demanda excesiva. El terapeuta muestra al cliente, de acuerdo con la teoría del A-B-C de creación de síntomas delineado previamente en este artículo, esto es, que la perturbación emocional no es creada por la influencia de situaciones externas por los Acontecimientos activadores (A) sino en mayor medida procede del sistema de creencias (B) y particularmente de las creencias irracionales de que debería, tiene que, debo de conseguir los objetivos en el amor que yo deseo. Al cliente se le muestra también como analizar, atacar, mejorar o eliminar esas creencias irracionales a través de la Disputa lógica-empírica de las mismas (en el punto D).
Aceptación incondicional positiva. El terapeuta muestra al cliente aceptación incondicional de que le puede aceptar sin importar lo que hace o si comete errores. Además (y más importante) el terapeuta muestra al cliente como aceptarse a sí mismo de forma incondicional o autoaceptación; esto es, absteniéndose siempre de calificarse a sí mismo como persona, de forma total, y evaluar sus acciones, comportamientos y conductas. El terapeuta enseña al cliente, con el trabajo y el ejemplo, a tolerarse a sí mismo y a los demás.
Alta tolerancia a la frustración. El terapeuta indica al cliente como puede elevar su tolerancia a la frustración; esto es ayudar al cliente a convencerse a sí mismo de que realmente no necesita lo que quiere; que puede superar las pérdidas y el rechazo aunque nunca le gustarán; que la frustración puede ser molesta e irritable pero nunca es terrible, horrible o catastrófica.
Ejercicios emotivos. El terapeuta, para mostrar al cliente como ser tolerante consigo mismo, con los otros y con las dificultades del mundo, y como dejar de demandar de forma excesiva infantilmente que sus deseos deben ser inmediatamente gratificados, usa una variedad de ejercicios emocionales dramáticos tales como rol-playing, entrenamiento asertivo, auténtico auto descubrimiento y varias clases de métodos de relación emotivos. Estas técnicas, no obstante, no son usadas como fines en si mismos sino con el fin de efectuar una reestructuración filosófica o para revelar al cliente los valores autoderrotistas que mantiene y cómo los puede cambiar.
Métodos de terapia de conducta. El terapeuta que usa la metodología racional emotiva emplea generalmente actividades in vivo en las tareas para casa. Así, le asigna tareas graduadas con las que el cliente asume riesgos de encuentros, citas y relaciones con potenciales amantes; y el cliente es ayudado a permanecer en situaciones de frustración (tales como una mala relación) para aprender a tolerar esas condiciones antes de que finalmente (racional y resueltamente mas que irracional y dudosamente) las abandonen.
De muchas maneras, entonces, los practicantes de la TREC usan una combinación de métodos cognitivo-emotivo-conductuales para revelar a los clientes cuales son sus filosofías autoderrotistas y antisociales y como pueden activamente y de forma precisa cambiarlas. El objetivo es ayudar al cliente en mayor medida a aceptar la realidad (incluso cuando ésta no le gusta), dejar de lamentarse y de quejarse, dejar de agravar las cosas tontamente y persistir en intentar activamente el cambio para mejor. El terapeuta intenta mostrar al cliente como abandonar su dogmatismo, con la compulsividad que conlleva, fijación y fetichismo y a maximizar su libertad de elección y ser capaz de incrementar su potencial humano para el desarrollo y la felicidad (Ellis, 1962, 1988; Ellis y Grieger, 1986.
El amor es una de las más grandes fuerzas de influencia en la vida humana. Nos puede proveer de grandes beneficios y ganancias. Pero cuando la gente cambia de un poderoso deseo a una presunta necesidad, de forma no realista lo hacen peligroso y minimizan su poder. Además, generalmente crean ansiedad innecesaria, depresión, sentimientos inadecuados y hostilidad. Pero no todo esta perdido. Tienen la capacidad de cambiar sus demandas infantiles, para crecer, y amar de una manera no absolutista. Uno de los principales propósitos de la psicoterapia efectiva es ayudarles a ser capaces de amar completamente pero no de forma compulsiva. ¡Una difícil pero no imposible meta!


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I. TEORÍA SOBRE LA CAUSA DE LAS EMOCIONES Y CONDUCTAS
Hay evidencia científica que comprueba que los seres humanos funcionan en tres dimensiones que invariablemente se interrelacionan entre sí, es decir, que cada dimensión afecta a las demás en forma continua. Las dimensiones son:
Pensamiento SentimientoAcción y/o Conducta
Durante nuestra vida cotidiana son muchas las ocasiones en que escuchamos a las personas decir, por ejemplo:
El auto se descompuso y "eso" me causa ansiedad.
Obtuve una "mala nota" en matemáticas y "eso" me deprime.
El hablar en público "me causa" mucho temor.
La conducta de los niños me pone "mal de los nervios".
Cuando escuchamos frases como las anteriores, las personas asumen que son las situaciones o circunstancias externas las que directamente causan la manera en que nos sentimos y actuamos. El siguiente esquema ilustra esta posición:
El Dr.
Albert Ellis, quien dio origen a la Terapia Racional-Emotiva Conductual (TREC), un nuevo enfoque psicológico en el tratamiento de los problemas emocionales y cuyos principios también pueden seguirse como una filosofía de vida, nos presenta una manera diferente de entender nuestras emociones y conductas.
En la TREC se propone que por razón de nuestras tendencias naturales y aprendidas nosotros mismos en mayor medida somos los que controlamos nuestro destino y sobre todo nuestra emocionalidad. Hacemos esto a través de nuestros valores y creencias básicos -según como pensamos interpretamos y/o valorizamos los acontecimientos que suceden en nuestra vida y según las acciones que elegimos llevar a cabo.
La teoría de TREC (terapia racional-emotiva -conductual) afirma que la conclusión presentada en el esquema No.1 NO es necesariamente correcta y representa "un paso en falso", ya que la (C) emociones y conducta -no proviene automáticamente y absolutamente de (A) -situación o circunstancia- sino que proviene de (B)-que son nuestras creencias, interpretaciones, pensamientos, actitudes y/o valorizaciones respecto de la (A). Esto es lo que se conoce como el Modelo A-B-C de la TREC para explicar las emociones y conductas de los seres humanos. El siguiente esquema ilustrará mejor la posición de la terapia racional-emotiva conductual (TREC).
El esquema No.2 es consonante con lo que hacía notar el filósofo Epicteto, hace 2,000 años aproximadamente que:
No son los eventos que suceden los que perturban a los seres humanos, sino la opinión o interpretación que se hace de ellos.
Lo anterior se afirma claramente en la teoría de TREC, de que las experiencias o eventos activadores" en ( A) no hacen que tengamos unas experiencias o consecuencias emocionales en (C) y tampoco llevan a unas determinadas actuaciones o consecuencias conductuales. Más bien uno mismo es el factor o elemento principal que produce las propias consecuencias en (C), al creer firmemente ciertas cosas en (B), que es nuestro propio sistema de creencias naturalmente predispuestas o aprendidas culturalmente.
II. EL PENSAMIENTO RACIONAL E IRRACIONAL
Los pensamientos que tengamos en el punto (B) pueden ser bien sea Racionales o Irracionales.
Racional quiere decir razonable, pensamiento lógico, acertado, realista, que aumenta la auto-estima. Es la forma de pensar, sentir y actuar que ayuda a la supervivencia y felicidad humana.
Irracional quiere decir pensamiento catastrófico, absolutista, no-acertado, auto-derrotista e irrealista. Es cualquier pensamiento, emoción o conducta que lleva a consecuencias autodestructivas que interfieren en forma significativa con la supervivencia y felicidad del individuo.
Por consiguiente, tenemos la capacidad de comportarnos racional o irracionalmente, pero solamente cuando actuamos y pensamos de manera racional, es cuando en verdad nos sentimos felices, efectivos y saludables emocionalmente.
NOTA: Es conveniente saber que nuestros pensamientos, actitudes, interpretaciones y creencias, en muchas ocasiones toman la forma de un diálogo interno o autoverbalizaciones. Igual que conversamos con las demás personas, traduciendo nuestro pensamiento en un diálogo externo, lo hacemos con nosotros mismos transformando nuestro pensar en el diálogo interno.
Las características más comunes del pensamiento y/o diálogo interno irracional son:

La " absolutización". Que se manifiesta al tratar de cambiar lo que se quiere, desea y/o las preferencias (incluyendo a aquellas que son fuertes) en necesidades absolutas y vitales. El pensamiento (verbalizaciones externas o auto--verbalizacíones) se manifiesta en frases, tales como: debes, deberías, debiera, siempre, y nunca. La absolutización es la idea de que las cosas deben ser (absolutamente) a mi manera, que uno mismo o los demás deben ser (absolutamente) como yo quiera, y que no debo tener inconvenientes cuando yo no quiero tenerlos. Es importante considerar que la realidad es la realidad, no lo que nosotros queremos mágicamente que sea, y que las circunstancias muchas veces ocurren ajenas a nuestro control directo (naturalmente podemos tratar de cambiar y ganar control de los eventos, pero NO demandar que sean absolutamente como queremos).A veces hay que tener resignación y serenidad cuando no es posible a corto o largo plazo el poder cambiar las circunstancias que nos desagradan, y ayuda mucho más el dedicarnos a hacer otras cosas constructivas que insistir en vivir una vida quejumbrosa, con corage, resentimiento o depresión.
La "Catastrofización". Es el convencerse uno mismo de que si una necesidad no es satisfecha eso será horroroso, terrible, catastrófico, insoportable, y el final del mundo. El pensamiento (verbalizaciones externas o auto-verbalizaciones) se manifiesta en frases tales como: ¡es terrible!, ¡oh, mi Dios!, ¡no puedo soportar!, ¡que catástrofe!, ¡cómo puede ser!, ¡porqué a mí!, etc. Detrás del pensamiento catastrofizante hay una serie de exageraciones actitudinales irrealistas. Son interpretaciones espeluznantes de nuestras experiencias y de las circunstancias generales que nos rodean. Es como tener una serie de lentes de aumento y siempre utilizar el lente de mayor aumento para "ver" o interpretar las circunstancias negativas que nos suceden (no se trata de que nos vayamos al otro extremo y las minimizemos o distorcionemos, sino que tratemos de "verlas" o interpretarlas con el lente apropiado en el grado más "saludable" y objetivo posible de negatividad). Por ejemplo, un dolor momentáneo del pecho es un ataque del corazón, si un(a) muchacho(a) me rechaza ya nunca me amará otra persona, a pesar de mis esfuerzos no pude lograr una meta y eso es el fin del mundo, etc.Al catastrofizar convertimos los disgustos y contratiempos de la vida en absolutos desastres. Estos pensamientos usualmente hacen una situación desafortunada peor de lo que es en verdad (es como decir 2+2=400) cuando solamente podríamos considerarla como desafortunada (es, según como decía antes, como ver los eventos negativos con una lupa de mayor aumento al necesario lo cual distorsiona la "visión" o interpretación de las circunstancias adversas y las aumenta excesivamente). En realidad si examinamos cualquier situación de cerca, veremos que nada es catastrófico (porque un evento negativo siempre pudo haber sido peor o más desastroso), aun cuando existan desventajas reales en una situación y dado que los inconvenientes y desventajas existen en el mundo, la terribilidad, la horribilidad y la insoportabilidad son exageraciones; ellos son monstruos y demonios que creamos en nuestra propia cabeza.
Sacar conclusiones incorrectas de los datos.
A partir de datos escasos, sacar conclusiones categóricas.
El generalizar de una situación a otra, a partir de datos escasos.
No considerar la evidencia al hacer juicios, opiniones y/o llegar a conclusiones.
Atribuir automáticamente motivaciones negativas a las demás personas.
Focalizar únicamente en pensamientos auto-depreciativos. Adicionalmente, los pensamientos irracionales:
Son pensamientos sostenidos sin ninguna evidencia objetiva.
Producen sentimientos inapropiados (coraje excesivo, ansiedad, culpa, depresión, etc.).
Conllevan demandas absolutas para uno mismo, los demás y el universo en general.
Pocas personas piensan irracionalmente todo el tiempo, pero la mayoría de nosotros pensamos irracionalmente alguna parte del tiempo y frecuentemente este es un proceso sutil que nos conduce a sentimientos/emociones y conductas inapropiadas, que redundan en distorsiones de la realidad, conflictos internos y con los demás, coraje, ansiedad, depresión, e impiden la solución de problemas y el logro de nuestras metas cotidianamente. Naturalmente, entre más irracionalmente pensamos mayor y más complejos desórdenes psicológicos se pueden desarrollar.

El Dr.
Albert Ellis, desarrollador de la TREC ha presentado 11 ideas írracionales básicas (que contienen diversas de las tendencias irracionales presentadas en forma implícita), que son centrales a muchos problemas emocionales-conductuales-interpersonales. Ellas son brevemente las siguientes:
Es de absoluta necesidad para una persona "adulta" obtener el amor y aprobacion de todas las personas significativas en su vida.
R: Es imposible ser queridos y aprobados por todas las personas importantes en nuestra vida. El intentar esto vuelve a la persona insegura, ansiosa, frustrada y minusvaluada.
Debemos ser competentes y perfectos en todos los aspectos de nuestra vida, para considerarnos valiosos.
R: Esto lleva a confundir nuestro valor intrínseco con el externo. Nos volvemos temerosos del fracaso, hipertensos, con baja auto-estima y con normas de ejecución perfeccionistas.
Ciertas personas son malas, perversas y villanas, y deben ser castigadas.
R: No existen normas absolutas de lo "bueno" y lo malo". Las conductas "inmorales o incorrectas" son resultado de ignorancia, falta de inteligencia o perturbación emocional. Somos seres falibles. El culpar o castigar severamente aumenta estos problemas en vez de corregirlos.
Es horroroso que las situaciones y personas no sean todo lo perfectas o de la manera en que consideramos deberían ser.
R: La realidad es la realidad aunque no nos guste, y podemos trabajar en mejorarla. Pero solamente quejarnos por la manera diferente a nuestros deseos en que son las cosas puede empeorar una situación. No hay circunstancias catastróficas.
La infelicidad humana se debe a causas externas y nosotros no tenemos capacidad para controlar nuestras emociones perturbadas ni nuestras experiencias.
R: Son más bien nuestras auto-verbalizaciones las que nos perturban y descontrolan (recordemos el A-B-C de la TREC). Esta idea es base de desesperanza, ansiedad y depresión.
Todas las situaciones potencialmente amenazantes o desconocidas, deben preocuparnos y causarnos ansiedad excesiva y debemos evitarlas a cualquier precio.
R: Esta idea es causa de mucha angustia y evitaciones innecesarias, además de impedir el juicio objetivo que puede entonces llevar a producir lo que tememos.
Es más fácil el evitar las dificultades y responsabilidades que el enfrentarlas.
R: Esta idea es la base de una tolerancia pobre a la frustración y obstáculo para lograr metas a largo plazo. El eludir las dificultades y responsabilidades puede crear más problemas en el futuro.
Debemos ser siempre dependientes de los demás y tener siempre a alguien más fuerte en quien confiar.
R: No se trata de rehusar la ayuda sólo para probar lo fuerte que somos, cuando realmente ésta sería beneficiosa. Pero esta idea llevada al extremo determina y menoscaba nuestra capacidad de juicio independiente, auto-confianza y la conciencia de nuestras necesidades individuales.
Estamos determinados por la influencia del pasado, nunca podemos librarnos del pasado y tampoco nunca podemos librarnos de influencias nocivas anteriores.
R: Aunque el pasado tiene influencia en nuestra vida presente, podemos aprender a cambiar por medio del esfuerzo y de la aplicación sistemática de técnicas apropiadas que promuevan dicho cambio.
Debemos preocuparnos mucho por los problemas y trastornos de otras personas.
R: No se trata de volvernos insensibles. Más bien, el mensaje es que si perdemos nuestro control igual que la persona trastornada, ya no podríamos ayudar. Es mejor calmarnos y actuar más objetivamente, reconociendo que todos podemos fallar pero que podemos tolerar dicho fracaso.
Siempre hay una solucion única y perfecta para cada problema y es catastrofico cuando no la encontramos.
R: En ocasiones no hay soluciones perfectas para los problemas de la vida, y el involucrarnos en esta búsqueda puede cegarnos ante soluciones satisfactorias, aunque no perfectas.
Otras Ideas Irracionales que es de importancia conocer son:
Cuando otras personas no nos aprueban, invariablemente quiere decir que somos erróneos o malos.Esta creencia conduce a una ansiedad crónica en la mayoría de situaciones interpersonales. No podemos generalizar a partir de un rasgo o situación, a la totalidad de nuestra personalidad o nuestra vida, aun cuando hayamos estado equivocados.
Existe un amor perfecto, y una relación perfecta.Esta noción crea inseguridad e insatisfacción de una relación a otra. Ninguna es lo bastante buena porque esperamos la relación perfecta, y eso nunca llega.
No debemos/deberíamos sentir dolor, frustración, incomodidad, ya que estamos destinados a la "Buena Vida".Una posición realista es que las incomodidades o frustraciones son partes inevitables de la vida, y con frecuencia acompañan a las decisiones duras pero saludables en el proceso de crecimiento personal.
"Juguemos a la seguridad". No tomemos riesgos.Es erróneo pensar que siempre es más importante la seguridad que tomar los riesgos que conlleva la felicidad. Es erróneo pensar que todo riesgo traerá solamente problemas. Es conveniente en diversas situaciones el tomar riesgos calculados.
Evitemos al máximo el cometer errores. No digas ni hagas nada donde puedas equivocarte.Esta creencia refleja el pensar que somos débiles o estúpidos cuando cometemos errores. Somos imperfectos y aunque no querramos en ocasiones nos equivocaremos, además esto puede ayudarnos a crecer en aquellas áreas en que somos menos efectivos. El detenernos de actuar (decir o hacer) por temor a cometer errores puede llegar a ser extremadamente paralizante y auto-derrotista.

Componentes de los Pensamientos y Creencias Racionales son:
Son realistas (siguen a la realidad son verdaderos).Son apoyados por la evidencia de los datos.Nos ayudan a obtener lo que queremos.Producen sentimientos /emociones apropiadas ante situaciones adversas (irritación, tristeza, preocupación, pesar, etc.).Son preferencias o deseos.Nos ayudan a proteger nuestra vida

III. CAMBIANDO LAS EMOCIONES:

El modelo A-B-C de la TREC se completa al agregarle los elementos D y E. El elemento D se refiere a las técnicas o estrategias utilizadas durante el proceso de cambiar las emociones y conductas perturbadas.
La técnica fundamental para cambiar los pensamientos, creencias, interpretaciones o filosofías irracionales por unas más racionales, es la de disputar, contradecir, argumentar y/ o desafiar las creencias o ideas irracionales. Esta técnica se lleva a cabo de la siguiente manera:

Formato para el Análisis Racional de los Pensamientos


EXPERIENCIA O SITUACIÓN "ACTIVANTE" (A)
Tener una entrevista de trabajo




PENSAMIENTOS, IDEAS O CREENCIAS IRRACIONALES (B)

Yo puedo fallar y eso seria horrible.
Si fracaso eso quiere decir que no valgo para nada.
Es posible que yo le caiga mal a la persona que me entrevistará.
Jamás seré feliz si no consigo el empleo.
SENTIMIENTOS/EMOCIONES Y CONDUCTAS (C)
1. Excesiva ansiedad.3. Excesiva preocupación.5. Tartamudear.7. Temblor de las manos.
2. Excesivo temor.4. Defensividad inapropiada.6. No pedir aclaraciones.8. Deseos de abandonar la situación.

DISPUTAR/DESAFIAR O CONTRA-ARGUMENTARLAS IDEAS IRRACIONALES (D)

Puedo fallar, pero también puedo tener éxito.
Si fracasara la entrevista, eso no tiene que ver con mi valor como ser humano.
Posible no es lo mismo que probable. Ahora, ¿qué probabilidades tengo de fracasar: 75%, 50%, 25%?.
La palabra "jamás" es muy amplia. Sería tonto si dejara de ser felíz por no obtener un empleo.

*El elemento E que completa el Modelo A-B-C-D, se refiere al "efecto" de haber atacado nuestras ideas irracionales, y comenzar a actuar en base a nuestro nuevo pensar y sentir. Se espera que en el punto E la persona experimente un cambio emocional conductual.

CAMBIO EMOCIONAL-CONDUCTUAL (E )
1. Ansiedad normal ante una situación retante.3. Alerta.5. Firmeza en la voz.7. Cesan los temblores de las manos.
2. Se reduce el temor y la persona siente más valor.4. Defensividad apropiada.6. Pedir aclaraciones.8. Acudir a la entrevista.


IV. LA DIFERENCIA ENTRE LOS PROBLEMAS EMOCIONALES Y LOS PROBLEMAS PRÁCTICOS
En la TREC, se hace distinción entre los problemas que resultan de emociones auto-derrotistas, tales como la agresividad, coraje excesivo, depresión, ansiedad, culpa, frustración y preocupación excesiva, etc. Estos sentimientos son problemáticos porque cuando los estamos experimentando, es improbable que podamos pensar con la suficiente claridad, lógica, y productividad, y es más probable que no nos comportemos en formas útiles a nuestros propósitos. A ESTO LE LLAMAMOS PROBLEMAS EMOCIONALES.
Otras categorías de problemas serían:

EL TENER UN PROBLEMA PRÁCTICO RESPECTO DE UN PROBLEMA EMOCIONAL.Son problemas que nos ocurren a partir de nuestro estado emocional perturbado y nos limitan en nuestro funcionamiento.Ejemplo:"Mi esposa(o) me dijo que se va a divorciar de mí. Estoy tan deprimida(o) que no he podido ir a trabajar desde entonces".
EL TENER UN PROBLEMA EMOCIONAL RESPECTO DE UN PROBLEMA PRÁCTICOEs perturbarse por los diversos problemas cotidianos que uno puede encontrar y que por si solos no constituyen un dilema emocional, pero las personas a veces se llegan a perturbar emocionalmente por estos asuntos.Ejemplo:"Estoy tan incómodo(a) de viajar en avión que me encuentro al borde de un ataque de los nervios".Los problemas prácticos, son situaciones que deseamos cambiar o solucionar. Obviamente, podemos o no, tener problemas emocionales coexistiendo con problemas prácticos.Otros ejemplos de problemas prácticos son:
Problemas domésticos
auto dañado
goteras en el techo de la casa
baños, lavamanos, fregaderos tapados
cortar la grama del patio
pintar la casa, una pared, un mueble, etc.

demoras de aviones, autobuses, taxis, etc.
demoras de trabajos que otras personas hacen para nosotros.
No tener suficiente dinero.
Tener que enfrentar embotellamientos de automóviles, etc.
EL TENER UN PROBLEMA EMOCIONAL RESPECTO DE OTRO PROBLEMA EMOCIONAL-CONDUCTUALEsto ocurre cuando nos perturbamos emocionalmente por darnos cuenta de que tenemos un dilema emocional.Ejemplo:"Estoy tan ansioso cuando voy a tomar un examen, que después me siento culpable por no haberme podido controlar".
V. GUÍAS PARA RECORDAR:
Los desafíos son pensamientos más lógicos, realistas, objetivos, y la evidencia de los datos puede corroborarlos (no son necesariamente y/o solamente pensamientos positivos"-ya que existen pensamientos que aunque sean "positivos", pueden ser irracionales).
Al inicio las creencias irracionales son usualmente más fuertes y arraigadas que los contraataques (porque hemos practicado más a decirnos las ideas irracionales).
Decirnos las ideas racionales con mucha fuerza de pensamiento y con mucha fuerza de convicción.
Establecer las ideas irracionales claramente.
Seleccionar cuidadosamente los contraataques.
Crear varios desafíos racionales para cada idea irracional.
Combinar los desafíos racionales.
Cuando sintamos emociones muy perturbadoras, tratemos de encontrar la(s) creencia(s) irracionales que las producen. Luego, desafiarla(s) y contraatacarla(s) hasta que la sustituyamos por una(s) más racional(es). Después de lograr estabilizarnos emocionalmente tratemos entonces de forma planificada cambiar la situación "problemática".
Aceptemos la responsabilidad por crear nosotros mismos nuestros sentimientos.
Podemos utilizar recordatorios y "posters" que nos ayuden a pensar racionalmente.
Recompensémonos con algo que nos agrade cada vez que cambiemos un pensamiento irracional por uno más racional.
No evitemos las situaciones en las que nos sentimos incómodos, ansiosos, deprimidos, avergonzados, etc. Visualicémoslas como oportunidades para practicar el pensar racionalmente.
Recordemos que el aprender a pensar racionalmente toma tiempo y requiere práctica. La práctica nos volverá más diestros en el contraatacar las ideas irracionales y en el pensar racionalmente.
Digámonos en nuestra "mente" los contraataques con energía y en un tono amplificado que verdaderamente nos convenza.
Pensemos en los beneficios del pensar racionalmente:
Mayor control de nuestros sentimientos
Mayor bienestar social-interpersonal
Mayor bienestar psicológico-emocional y/o "mental".
Mayor probabilidad de alcanzar nuestras metas.
Mayor disfrute de la vida.


ARTICULO RESUMEN EXTRAIDO ESCRITOS DEL DR. ALBERT ELLIS.
Traducido al castellano por Juventino Reguera, Psicólogo